Germinan semillas de 1400 años
En Altzayanca, Tlaxcala, una familia descubrió por casualidad semillas de maíz teocintle (predecesor del maíz actual) de más de 1400 años de antigüedad. Lo más sorprendente es que las semillas germinaron por sí solas. El predio donde ocurrió el hallazgo, es propiedad de Carlos Morales Sánchez, Jaime Morales Lara y Carlos Morales Lara. Jaime Morales comentó:
“En el año 2020, al excavar para un estanque que se pretendía construir y sin lograr concluir el proyecto, nacieron junto con la maleza unas milpillas de aspecto extraño, y más extraño era el hecho de que en el terreno hacía tiempo no se sembraba maíz, pues éste era destinado al cultivo del durazno, pero de momento no se le dio mayor importancia, hasta que mi papá notó que las milpas ya adultas dieron unos elotillos y semillas aún más extrañas: me las mostró y al verlas las reconocí gracias a una publicación que leí en la red de que eran granos de una variedad de maíz primitivo, ancestro de maíz actual”.
La excavación de la fosa también puso al descubierto semillas que estaban hasta el fondo, así como fragmentos de cerámica prehispánica de posible influencia teotihuacana y lo que pudo haber sido un lugar de colocación de ofrendas. Durante el ciclo de lluvias en 2021, las semillas excavadas germinaron, permitiendo a los propietarios del terreno conservar fragmentos de follaje y cápsulas de esta subespecie.
“El hecho me emocionó mucho y, junto con mi papá y
hermano, comenzamos a hacer conjeturas sobre cómo era esto posible, y llegamos
a la conclusión de que la máquina al rascar seguramente rompió algún recipiente
enterrado mucho tiempo atrás.” Jaime Morales
Jaime Morales contactó a Cornelio Hernández Rojas investigador especializado en maíz y Rafael Guzmán Mejía, investigador de la Universidad de Guadalajara, quienes confirmaron la autenticidad de las semillas e incluso descubrieron una variedad de maíz hasta entonces desconocida y extinta. En una expedición realizada el 4 de marzo de 2024, los investigadores localizaron aproximadamente 200 semillas de teocintle, algunas en perfectas condiciones. El experto Cornelio Hernández Rojas mencionó que aunque estas semillas no pueden utilizarse con fines alimenticios:
“lo que sí es posible es que los genetistas aprovechen parte de la fortaleza que pudiera arrojar para integrarla a los maíces vigentes, pues se requiere generar especies resistentes, sobre todo a la sequía como consecuencia del cambio climático”.
El descubrimiento fortuito de las semillas de maíz teocintle en Altzayanca, Tlaxcala, nos recuerda la riqueza histórica y cultural que yace bajo nuestros pies. Más allá de ser un simple hallazgo arqueológico, estas semillas representan una ventana al pasado y una oportunidad para el futuro de la agricultura. A medida que enfrentamos desafíos como el cambio climático y la escasez de recursos, la integración de la fortaleza genética de estas semillas en las variedades de maíz actuales podría ser clave para asegurar la seguridad alimentaria en el futuro. Así, este descubrimiento en un rincón de Tlaxcala nos recuerda la importancia de preservar nuestro pasado para construir un mejor mañana.
Fuentes:
